domingo, 19 de enero de 2014

PROPUESTA METODOLÓGICA PARA EVALUAR COMPETENCIAS

Para articular el sistema de evaluación de competencias  priorizamos los seis cuestionamientos esenciales cuya interrelación permite construir una propuesta sólida y coherente  de acuerdo al enfoque de competencias. Es el modelo del hexágono que adapta (Aponte & Garza, 2012) de Tejeda (1998). Desde la cual se sugiere que se elaboren tres hexágonos; uno para cada tipo de evaluación: diagnóstica, formativa y sumativa.
La propuesta metodológica en base a los seis cuestionamientos se define así:

¿Qué?      Refiere al objeto de evaluación, es decir, lo que vamos evaluar (competencias) pero como la competencia es un proceso complejo que por sí sola no se demuestra, se tiene que trabajar con los dos componentes básicos: las evidencias y los criterios, que ambos caracterizan dicho objeto y que proponen un referente para poder establecer comparaciones, además de especificar con mayor precisión qué es lo que se pretende evaluar.

¿Para qué? Este es un cuestionamiento que busca darle sentido a las acciones de evaluación; funciona;  también como filtro para que, mediante un proceso reflexivo, definamos objetos que en efecto guarden relación con los propósitos del perfil de egreso y las competencias por desarrollar. En términos generales, se evalúa para: fortalecer la habilidad de la metacognición en los estudiantes; que los estudiantes tomen consciencia de sus logros y aspectos a mejorar; que los estudiantes mejoren efectivamente en su desempeño; y, que comprendan cómo pueden  contribuir a resolver los grandes problemas humanos.

¿Cómo?    Está referido en términos metodológicos a la técnica más adecuada para  llevar a cabo el proceso de evaluación. De lo que se trata es  definir el proceso o las pasos que se va a seguir de acuerdo con un enfoque ya sea cualitativo, cuantitativo o una combinación de ambos.

¿Con qué? Se refiere a los instrumentos que se utilizarán para llevar a cabo el proceso. Los instrumentos están relacionados directamente con los criterios y con las evidencias que se va evaluar.

¿Cuándo? Entendida como una serie de acciones sistematizadas en las que conviene determinar los momentos en que se llevará a cabo cada evaluación, empezando por la diagnóstica  e insertando la formativa y la sumativa, según las necesidades del propi diseño. Es aquí donde cobra importancia la noción de que los procesos de la evaluación no son independientes de la planeación del programa en su conjunto.


¿Quién?   Se refiere al agente evaluador, que bien puede ser el propio docente o un externo, ya sea otro docente, una institución, una empresa donde realizó alguna práctica o algunos posibles usuarios de los productos; aquí estamos hablando de la heterovaloración. De igual manera, se empelará la covaloración,  cuando los sujetos que evalúan son los compañeros. Cuando el propio estudiante es quien evalúa, estamos considerando la autovaloración, una capacidad imprescindible que requiere ser desarrollada de manera intencional por el propio proceso evaluatorio; si los estudiantes aprenden a auotevaluarse, estaremos promoviendo procesos de autogestión, muy necesarios para el desempeño en la vida misma.
























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