domingo, 19 de enero de 2014

EVALUACIÓN BASADA EN COMPETENCIAS

La evaluación con base en competencias tiene como referencia el proceso de desempeño de los estudiantes ante actividades y problemas del contexto profesional, social, disciplinar e investigativo; teniendo como referencias EVIDENCIAS  y CRITERIOS, buscando determinar el grado de desarrollo de las competencias en sus tres dimensiones: afectivo – motivacional (actitudes y valores);  cognoscitiva (conocimientos factuales, conceptos, teorías y habilidades cognitivas); y,  actuacional (habilidades procedimentales y técnicas). (Tobón R. C., 2006)

Desde esta perspectiva,  (VERDEJO, 2009) plantea que la competencia se demuestra en la acción o ejecución. Para poder evaluar el grado de dominio de la competencia es necesario contar con variables observables y criterios de valoración. En una expresión coloquial se puede decir que la competencia es la ejecución de la acción esperada, de forma rápida, bien hecha y de buen modo. Este sencillo acercamiento nos dice que hay que explicitar los criterios de valoración y que serán muy diferentes para cada profesión, lo que en el lenguaje académico equivale a hablar de la capacidad efectiva para realizar una actividad o tarea profesional determinada y de los criterios de ejecución y evidencias de realización.

El Currículo Basado en Competencias se desarrolla bajo un enfoque funcional[1], a través del cual trata de explicitar las acciones, sus resultados y los criterios de ejecución para un ejercicio profesional competente para, posteriormente, realizar el análisis de los conocimientos, habilidades y actitudes que entran en juego para poder llevar a cabo las acciones. La calidad se refleja en los criterios de ejecución. Este enfoque permite una mejor aproximación a los productos y evidencias que demuestran la adquisición y se puede determinar con especialistas los elementos para calificar el grado de dominio de la competencia que puede mostrar un profesional. De igual manera, para entender el proceso de evaluación basado en competencias el currículo se basa en un modelo constructivista porque se enfoca en desarrollar competencias a partir de aprendizajes significativos situados en un contexto, por lo que el sujeto construye su realidad a través de su proceso de aprendizaje, desde esta visión, podemos decir que las competencias se desarrollan gracias a la existencia de conocimientos previos, de la estructura cognitiva del estudiante y del surgimiento de situaciones problemáticas que llevan al individuo a buscar una o varias soluciones; finalmente, el currículo tiene un enfoque humanista porque concibe la noción de competencia en un sentido más amplio y profundo. El desarrollo de competencias debe centrarse en la persona, quien genera y se apropia del proceso de aprendizaje con la ayuda de un facilitador.

La evaluación debe estar vinculada a un contexto determinado o a una situación concreta como una evaluación integrada al proceso de enseñanza aprendizaje. Con un énfasis en los desempeños, criterios de ejecución y que basa sus resultados en juicios de valor (Gonzi). El juicio o inferencia sobre el dominio de la competencia se basa en la obtención de un conjunto adecuado de evidencias de desempeño que se comparan contra los estándares o criterios de ejecución.

La competencia es multidimensional y multifactorial por lo que su evaluación tendrá que ser abordada con modelos multidimensionales, que cuando están bien elaborados pueden predecir la calidad y el perfil de la práctica profesional.

Las evaluaciones de competencias se basan en los modelos centrados en las evidencias que se pueden observar y valorar y que dan cuenta de la adquisición o dominio de la competencia. Para ello es necesario contar con el perfil de referencia que describe las competencias, y para cada competencia será necesario describir los elementos operacionales de la misma en términos de evidencias clave y sus criterios de valoración (VERDEJO, 2009).

Como la competencia se demuestra en la acción, las evidencias se recogerán a partir de la ejecución de tareas y ejercicios para a partir de ellas inferir si se tiene la competencia y en qué grado. La competencia está relacionada con un contexto y situación por lo que las tareas deberán considerar los diferentes contextos y situaciones.

Lo que está a la base de las evidencias son los criterios de calidad que deben ser descritos en los criterios de ejecución. Avanzar en esta tarea, sin duda, es un trabajo de colaboración entre académicos y profesionales para establecer criterios de calidad que permitan el diseño de procesos y herramientas de evaluación, y que permitan valorar las evidencias tanto por los formadores como por los actores externos al proceso.

Para demostrar las competencias, los instrumentos de evaluación deben cubrir los requisitos psicométricos de confiabilidad (reproducibilidad, las diferencias en los puntajes se deberán a diferencias en el desempeño), validez de contenido (que se mida lo que se pretende medir) y validez predictiva (predicción de la calidad y perfil de la práctica profesional). (VERDEJO, 2009).

Para elaborar una prueba de competencias, es necesario contar con el perfil de referencia definido por competencias en términos de excelencia y no de criterios mínimos, identificar cuáles son las competencias que se van a evaluar, elaborar la tabla de especificaciones que asegure que todas las competencias están presentes en el examen y asegurar que cada competencia se evalúe en su contexto y no aisladamente. Para evaluar las competencias se requiere un número amplio de tareas de las diferentes competencias, lo que hace que las pruebas sean de larga duración.

La evaluación de las competencias no debe considerarse de forma aislada sino de forma sistémica para asegurar la congruencia con los planes de estudio y las formas de enseñanza-aprendizaje.

Un sistema de evaluación basado en competencias se basa en el conjunto de evidencias sobre el desempeño o acción del individuo que muestran si se logran los criterios especificados en las competencias profesionales.

Los elementos esenciales de una evaluación de competencias son el contexto, el estudiante, la autenticidad de la actividad y los indicadores (Herrington y Herrington, 1998 citado por (Gallego, 2006)):

  •        Se debe diseñar un contexto que refleje las condiciones bajo las cuales operará el desempeño.
  •         El estudiante debe actuar de forma eficaz con el conocimiento adquirido y producir resultados.
  •         La actividad debe implicar desafíos complejos, que requieren juicio y un conjunto de tareas complejas. La evaluación debe estar integrada en la actividad.
  •         Las evidencias son las producciones que reflejan la existencia de aprendizaje. Se procura la validez y fiabilidad de estas evidencias con criterios adecuados para calificar la variedad de productos.



La evaluación no es una tarea puntual de un momento es un proceso que implica lo siguiente:
  • -          Definir con exactitud las competencias a evaluar  con sus respectivas dimensiones.
  • -          Construir los criterios para evaluar las competencias de manera integral con criterios académicos y profesional.
  • -          Definir el tipo de evidencias que se deben presentar para llevar a cabo las evaluaciones
  • -          Establecer las estrategias e instrumentos.
  • -          Efectuar la evaluación.
  • -          Analizar la evaluación con base en los indicadores.
  • -          Determinar fortalezas y aspectos a mejorar.
  • -       Retroalimentar de forma oportuna a los estudiantes y generar un espacio de reflexión sobre el proceso y en torno a los resultados de evaluación.


 CARACTERÍSTICAS DE LA EVALUACIÓN

Científica: Porque se guía por un conjunto de principios, métodos, técnicas y procedimientos relativamente confiables y válidos.

Sistemática: Porque es un proceso que no se cumple de forma improvisada, sino que responde a una planificación previa; porque está íntimamente ligada a la acción didáctica y por lo tanto participa de todas sus actividades; y, responde a normas, criterios relacionados.

Integral: En su proceso valora todas y cada una de las áreas que integran la personalidad: cognoscitiva, afectiva y psicomotora. Al proceder de esta manera evaluamos los conocimientos, valores y habilidades del alumno que corresponden, respectivamente, al saber, saber ser y saber hacer. La característica de integral implica superar la práctica de evaluación centrada exclusivamente en el saber del alumno, para comprobar o verificar qué hace con lo que sabe, es decir qué destrezas utiliza para demostrar lo que ha aprendido sobre esta área.

Participativa: Permite la intervención de todos los sujetos relacionados directa e indirectamente en el proceso educativo; propicia la autoevaluación, la reflexión y la crítica de los estudiantes sobre sus propios aprendizajes.

Interdisciplinaria: Incluye a especialistas de distintas áreas o disciplinas que, desde el principio, aun teniendo conceptos, métodos e informaciones diferentes, trabajan conjuntamente, en un esfuerzo compartido, para lograr el desarrollo eficaz y real del proceso.

Sencilla: Utiliza un lenguaje que está al alance de la comprensión de todos los involucrados en el proceso.

Acumulativa: En la toma de decisiones integra la información recogida en distintas épocas, varias áreas del conocimiento y diversos instrumentos de medición.

Permanente: Se realiza durante el proceso de enseñanza aprendizaje con el propósito de verificar el aprendizaje de habilidades, conocimientos, valores, que va asimilando el estudiante por efecto del proceso didáctico y, oportunamente, buscar alternativas que permitan solucionar las deficiencias o vacíos de aprendizaje encontrados en este proceso. Esta característica se configura en la práctica de las evaluaciones: diagnóstica, formativa y acumulativa que son necesarias en todo proceso educativo.

Funcional: Utiliza la información investigada en el proceso educativo para el mejoramiento oportuno del proceso de enseñanza – aprendizaje. (Rojas)

-          Es un proceso dinámico y multidimensional que realiza los diferentes agentes educativos (docentes, estudiantes, institución y la sociedad)
-          Tiene en cuenta el proceso como los resultados de aprendizaje.
-          Ofrece resultados de retroalimentación de manera cuantitativa como cualitativa.
-          Reconoce las potencialidades
-          Se basa en criterios objetivos y evidencias consensuadas socialmente reconociendo además la dimensión subjetiva que siempre hay en todo proceso.


PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN

1)      La evaluación se lleva a cabo para tomar decisiones que mejoren y aumenten el grado de idoneidad.

Permite determinar cómo está desempeñándose el estudiante ante una actividad y cómo demuestra las evidencias; para ello se tomará en cuenta diversos grados en las valoraciones porque no se trata de definir los dos extremos “competentes” y “aún no competentes”, lo importante es reconocer las diferentes potencialidades en los estudiantes.

2)      La evaluación se realiza teniendo en cuenta el contexto profesional, disciplinar, social e investigativo.

Implica contextualizar la evaluación y que tenga pertinencia en el campo profesional, social, disciplinar e investigativo, en función de cómo se da el proceso de aprendizaje en lo actitudinal, lo cognoscitivo y lo actuacional, por lo que se requiere el uso de estrategias para determinar la calidad del desempeño, como por ejemplo: los portafolios, entrevistas, presentación de productos, diarios personales, pruebas escritas, fundamentaciones orales de informes, etc.

3)      La evaluación como competencia se basa esencialmente en el desempeño.

La evaluación basado en competencias privilegia el desempeño del estudiante ante actividades reales o simuladas propias del contexto, más que actividades enfocadas en los contenidos académicos. Por ejemplo, al estudiante se le solicita que realice la sustentación de un informe de forma similar a cómo debería hacerlo cuando esté ejerciendo la profesión, teniendo en cuenta los posibles problemas o situaciones de incertidumbre. Es allí, en la ejecución, donde debe determinarse la dimensión cognoscitiva (los conocimientos básicos para comunicarse), la dimensión actuacional (la manera cómo actúa, cómo se desenvuelve) y la dimensión actitudinal (la motivación, el esfuerzo, la entrega, la búsqueda de calidad en la actuación). Esto mismo puede hacerse en el caso de las competencias matemáticas o de competencias en filosofía, o de competencias en Historia, en las cuales el contexto es esencialmente teórico.

En general debe buscarse siempre estrategias de evaluación que tengan como base el desempeño, como por ejemplo la realización de proyectos de carácter científico o empresarial, demostraciones clínicas, análisis de casos contextualizados, etc, estrategias que permitan evidenciar y valorar integralmente las competencias específicas y genéricas.



4)      La evaluación desde el enfoque competencial integra lo cualitativo y lo cuantitativo.

En este enfoque la evaluación integra lo cualitativo y cuantitativo por lo que se maneja el concepto de  evaluación criterial, la cual significa que toda valoración de los aprendizajes se hace sobre la base de criterios discutidos, argumentados y consensuados, a partir de los cuales se definen niveles de logro y de desarrollo de las competencias.


5)      La evaluación debe acompañar todo proceso formativo.

La evaluación basada en competencias no se concibe como algo aparte del proceso formativo, sino como un componente clave y sustancial de este. Todo proceso formativo debe tener en cuenta la evaluación con el fin de determinar los logros en los aprendizajes y los aspectos a mejorar.



DIMENSIONES (modalidades) DE LA EVALUACIÓN

La evaluación desde el enfoque competencial se basa en tener en cuenta tres dimensiones: autovaloración, covaloración y heterovaloración. Un aspecto a tener en cuenta, es que siempre debe hacerse con base en criterios, pues al contrario no habría mecanismos para llegar a acuerdos al momento de cruzar información provenientes de los tres tipos de evaluación.

1.       Autovaloración
Es realizada por el mismo estudiante con pautas entregadas por el docente, cuyos instrumentos consideren ítems cualitativos y cuantitativos para que los estudiantes valoren la formación de sus competencias.

La importancia de esta manera de evaluación radica en que el estudiante aprende a tomar decisiones en base a sus propios juicios sobre los procesos y resultados de actividades, tareas o actos encomendados a él. Además, es importante la autoevaluación porque genera criterios de autoestima, confianza en lo que hace, aprende a valorar sus acciones en contextos de actuación concretos que le exige el sistema de formación profesional universitario. (Rojas)

Recomendaciones:
-          La autoevaluación se aprende y los alumnos deben ejercitarse en esta práctica.
-          Los docentes deben enseñarles a sus estudiantes a autoevaluarse, buscando con ello que tomen conciencia por sí mismos de sus logros, errores y aspectos a mejorar durante el aprendizaje de las competencias. Esto genera en los estudiantes una actitud más responsable ante su propio aprendizaje.
-          También es importante que los estudiantes evalúen tanto las estrategias como los instrumentos de evaluación, con el fin de que aporten su experiencia en torno al mejoramiento de la calidad. (Tobón R. C., 2006)

2.       Covaloración
Este tipo de evaluación fomenta la intervención de los compañeros de equipo para valorar el aprendizaje a un estudiante en particular con respecto a la presentación de evidencias y teniendo como base unos determinados indicadores de  desempeño y niveles de logro para cada indicador de desempeño. La covaloración es un juicio sobre logros y aspectos a mejorar basado en argumentos que tengan como referencia criterios consensuados. (Tobón R. C., 2006)

Es una forma de evaluación en la cual el estudiante tiene la oportunidad de apreciar o valorar el nivel de rendimiento conceptual, procedimental y actitudinal, alcanzado por sus compañeros de grupo o de curso que fueron planteados en el logro del curso; por ejemplo en el campo afectivo se puede estimar el espíritu de iniciativa, la capacidad creativa, cooperación, compañerismo, responsabilidad, liderazgo y otros valores. (Rojas)

El propósito principal de la coevaluación es que el estudiante se acostumbre a valorar el trabajo de otros y, a su vez, aceptar juicios de valor emitidos por los demás compañeros.

Se recomienda no resaltar solamente lo negativo, lo incorrecto, las deficiencias del estudiante con la finalidad exclusiva de sancionarlos con una baja calificación; más bien, es conveniente exaltar los asuntos positivos, los aciertos, las virtudes.

La auto y coevaluación impulsa la capacidad crítica frente a sí mismo, frente a los demás y a la sociedad en general; propicia, en materia de evaluación, la independencia del estudiante  frente al docente; y, estimula en gran medida el crecimiento individual y grupal al generar actividades que fomentan la: interacción, discusión en grupos, consulta democrática; exposición de puntos de vista y la reflexión continua. (Rojas)

3.       Heterovaloración
Este tipo de evaluación la lleva a cabo el docente como facilitador del proceso de aprendizaje, consiste en un juicio sobre las características del aprendizaje señalando fortalezas y aspectos a mejorar, teniendo como base la observación general del desempeño en las sesiones de aprendizaje y también evidencias específicas.

El propósito esencial de esta forma de evaluación es conocer lo que otros hacen, juzgar qué hace, cómo lo hacen, para qué lo hacen; y, emitir juicios valorativos acerca del proceso educativo o pedagógico que se está juzgando. (Rojas)

La autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación son mecanismos que permiten conocer, juzgar y valorar el aprendizaje desde diferentes ópticas; y, tomar decisiones pertinentes para robustecer lo que es correcto y rectificar lo que se considera que no está bien.


Bibliografía

Aponte, L. C., & Garza, J. F. (2012). Planeación y Evaluación Basada en Comptencias. México: Trillas.
Flórez, J. A. (2012). Competencias Profesionales. Madrid, España: Narcea.
Gallego, L. V. (2006). Educatio Siglo XXI. Universidad Deusto.
Rojas, P. (s.f.). Módulo de Diseño y Evaluación de Aprendizajes. Quito: Universidad Tecnológica Equinoccial.
Tobón, R. C. (2006). Competencias, Calidad y Educación Superior. Colombia: Editorial Delfín Ltda.
Tobón, S. (2008). La Formación Basada en Competencias en la Educación Superior: El Enfoque Complejo.
VERDEJO, P. (2009). Modelo para la Educación y Evaluación por Competencias (MECO). MÉXICO.




[1] Busca detectar los elementos esenciales que contribuyen significativamente al logro del resultado deseado. Se pregunta cuáles son las funciones esenciales en las que el estudiante debe comprobar su capacidad de desempeño. La formulación del perfil de egreso se lleva a cabo en consulta tanto en el campo académico como en el profesional.

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