domingo, 19 de enero de 2014

PROPUESTA METODOLÓGICA PARA EVALUAR COMPETENCIAS

Para articular el sistema de evaluación de competencias  priorizamos los seis cuestionamientos esenciales cuya interrelación permite construir una propuesta sólida y coherente  de acuerdo al enfoque de competencias. Es el modelo del hexágono que adapta (Aponte & Garza, 2012) de Tejeda (1998). Desde la cual se sugiere que se elaboren tres hexágonos; uno para cada tipo de evaluación: diagnóstica, formativa y sumativa.
La propuesta metodológica en base a los seis cuestionamientos se define así:

¿Qué?      Refiere al objeto de evaluación, es decir, lo que vamos evaluar (competencias) pero como la competencia es un proceso complejo que por sí sola no se demuestra, se tiene que trabajar con los dos componentes básicos: las evidencias y los criterios, que ambos caracterizan dicho objeto y que proponen un referente para poder establecer comparaciones, además de especificar con mayor precisión qué es lo que se pretende evaluar.

¿Para qué? Este es un cuestionamiento que busca darle sentido a las acciones de evaluación; funciona;  también como filtro para que, mediante un proceso reflexivo, definamos objetos que en efecto guarden relación con los propósitos del perfil de egreso y las competencias por desarrollar. En términos generales, se evalúa para: fortalecer la habilidad de la metacognición en los estudiantes; que los estudiantes tomen consciencia de sus logros y aspectos a mejorar; que los estudiantes mejoren efectivamente en su desempeño; y, que comprendan cómo pueden  contribuir a resolver los grandes problemas humanos.

¿Cómo?    Está referido en términos metodológicos a la técnica más adecuada para  llevar a cabo el proceso de evaluación. De lo que se trata es  definir el proceso o las pasos que se va a seguir de acuerdo con un enfoque ya sea cualitativo, cuantitativo o una combinación de ambos.

¿Con qué? Se refiere a los instrumentos que se utilizarán para llevar a cabo el proceso. Los instrumentos están relacionados directamente con los criterios y con las evidencias que se va evaluar.

¿Cuándo? Entendida como una serie de acciones sistematizadas en las que conviene determinar los momentos en que se llevará a cabo cada evaluación, empezando por la diagnóstica  e insertando la formativa y la sumativa, según las necesidades del propi diseño. Es aquí donde cobra importancia la noción de que los procesos de la evaluación no son independientes de la planeación del programa en su conjunto.


¿Quién?   Se refiere al agente evaluador, que bien puede ser el propio docente o un externo, ya sea otro docente, una institución, una empresa donde realizó alguna práctica o algunos posibles usuarios de los productos; aquí estamos hablando de la heterovaloración. De igual manera, se empelará la covaloración,  cuando los sujetos que evalúan son los compañeros. Cuando el propio estudiante es quien evalúa, estamos considerando la autovaloración, una capacidad imprescindible que requiere ser desarrollada de manera intencional por el propio proceso evaluatorio; si los estudiantes aprenden a auotevaluarse, estaremos promoviendo procesos de autogestión, muy necesarios para el desempeño en la vida misma.
























CONSTRUCCIÓN DE INSTRUMENTOS PARA EVALUAR LAS COMPETENCIAS

Las competencias son solo observables en acciones reales y en productos elaborados por los estudiantes en situaciones particulares. Por lo tanto, la evaluación de competencias profesionales se caracteriza por estar basada en evidencias. Debe sustentarse en pruebas y demostraciones objetivas obtenidas mediante diferentes técnicas, instrumentos y fuentes de información. Existen tres instrumentos adecuados para evaluar competencias en formación profesional: la carpeta de competencias o portafolios, las matrices de valoración o rúbricas y las pruebas situacionales. (Flórez, 2012).

Una carpeta de competencias o portafolios es una colección de productos realizados por un estudiante durante un periodo de formación. Estos productos pueden ser trabajos escritos, informes, fichas, proyectos o cualquier otro tipo de acciones. El propósito de cualquier portafolio es demostrar, a través de registros de trabajo, qué es lo que los estudiantes han entendido y aprendido. Esta colección de trabajos debe ir acompañada de la propia reflexión del estudiante. El trabajo fundamental con un portafolio  consiste en la recolección de evidencias del desempeño. Permite que cada estudiante se responsabilice de sus itinerarios formativos y de la gestión de sus competencias. Se trata de una herramienta que, a modo de espejo, devuelve un retrato del perfil, de los intereses, de las habilidades, de las competencias, de las realizaciones y de los objetivos personales y profesionales.

Las matrices de valoración o rúbricas, son herramientas básicas para evaluar una carpeta de competencias o alguna de las evidencias que incluye. La rúbrica es un instrumento utilizado para medir el desempeño de los estudiantes en el desarrollo de una tarea concreta. Son especialmente  adecuadas y útiles para evaluar competencias. Tienen el formato de una tabla con un listado de criterios graduados y  niveles de calidad.

Las pruebas situacionales consiste en plantear una situación relacionada con las tareas específicas de un perfil profesional, con el objetivo de observar cómo se desenvuelve cada estudiante en ella. “La situación” es una actividad basada en las competencias de una actividad laboral concreta de modo que la persona evaluada pueda mostrar sus habilidades en el desempeño de las tareas propuestas. La finalidad de este tipo de pruebas es medir el grado en que los estudiantes son capaces de poner en práctica los conocimientos, habilidades y las actitudes trabajadas durante un periodo formativo.

A)     LA CARPETA DE COMPETENCIAS O PORTAFOLIOS

Una carpeta de competencias o portafolios es una colección de documentos en diferentes soportes (cada vez más en soporte virtual) que describe y documenta el proceso de aprendizaje y las competencias de una persona, mostrando su desarrollo personal y profesional a través del tiempo. Los documentos deben ir acompañados de una reflexión sobre el esfuerzo realizado y sobre el propio proceso de aprendizaje. (Flórez, 2012)

Una carpeta de competencias constituye:

-  Una herramienta reflexiva que permite almacenar y mostrar evidencias del desarrollo de un estudiante.
-    Una muestra de trabajos que permite conocer lo que el estudiante sabe y puede hacer.
-      Una alternativa para evaluar, certificar, informar, promocionar, etc.
-     Una herramienta para la gestión de la información y el registro de logros.
-    Una publicación en la que el estudiante refleja su personalidad académica, incluso en la web.

Estructura de una carpeta de competencias
Como cualquier colección con significado, la carpeta de competencias debe estar cuidadosamente organizada. Tomando en cuenta las propuestas del Instituto Superior de Monterrey (ITESM) de México y la Universidad de las Américas (UDLA), la estructura se explicita en las siguientes partes.

a)      Sección personal,  donde se refleja todo lo referente a la vida personal: misión en la vida, filosofía, valores y objetivos. Se distingue los siguientes elementos:
-      Información personal: en esta sección se presenta un pequeño cuadro que muestra toda la información básica del estudiante como su nombre, carrera, correo electrónico, foto, etc.
-     Acerca de mi persona: esta sección corresponde a una pequeña biografía del estudiante, de modo que pueda hacer una descripción de sí mismo.
-       Áreas de interés: en esta sección el estudiante coloca la descripción de las áreas, temas o actividades que son de interés para él.
-     Mis documentos e imágenes compartidos: en este espacio, el estudiante podrá compartir cualquier documento (Word, Excel, power point) que considere importante para mostrar en su portafolio.
-       Mis sitios de interés compartidos: el estudiante podrá compartir enlaces a sitios d interés que considere necesario.
-    Mis páginas compartidas: en  esta sección, el estudiante podrá crear páginas web y compartirlas dentro de su portafolio electrónico.


b)      Sección académica, es la parte central del portafolios, pues es aquí donde se incluyen los trabajos académicos seleccionados de toda la formación, además del producto de la reflexión sobre el propio proceso de aprendizaje. Considera los siguientes elementos:
-          Carpeta de trabajos: en esta sección se ordenan y comentan todos los tipos de trabajos en diferentes soportes que evidencian el progreso en el desarrollo de las competencias profesionales. En la carpeta de trabajo se considera lo siguiente:
v  Tabla de contenidos: es una tabla en la que se presentan y describen brevemente los productos (trabajos – tareas) que se incluyen en la carpeta. Hay también un espacio para que el formador escriba sus comentarios y orientaciones.
v  Trabajos: este apartado constituye el corazón del portafolios. En él se incluyen: pruebas situacionales, proyectos, ensayos, informes de autoevaluación y cualquier otro tipo de evidencia que demuestre las competencias desarrolladas.
-          Borradores: en este apartado se colocan las diferentes versiones de un trabajo y/o los materiales previos que se han utilizado para elaborarlos. Permite saber cómo trabaja el estudiante, de modo que el formador puede orientar al estudiante para que aproveche mejor su tiempo y sus habilidades.
-          Otras actividades y programas: esta herramienta funciona como un blog donde el estudiante agrega las experiencias que tiene al participar en exposiciones y congresos, equipos representativos, asociaciones estudiantiles, experiencias internacionales (intercambios y visitas a otras universidades), voluntariado y otras.

c)       Sección profesional, en donde se coloca toda la información respecto a la experiencia laboral, además de incluir una versión resumida del currículum vitae. Contiene los siguientes elementos:
-          Currículum vitae: se muestra el currículum vitae del estudiante.
-          Prácticas profesionales: en este espacio el estudiante documentará sus prácticas profesionales.
-          Tesis: en esta sección aparecerá la tesis o proyecto de investigación.
-          Mejores ensayos y trabajos escritos: el estudiante podrá compartir cada uno de los ensayos finales que realice en un curso. Al final de su formación, el estudiante tendrá un ensayo o trabajo escrito por cada curso que llevó.


B)      LAS MATRICES DE VALORACIÓN O RÚBRICAS

1.       Concepto de rúbrica
Una rúbrica, en la evaluación basada en competencias, es una matriz de valoración que se emplea con el fin de determinar el grado en el cual el estudiante tiene una determinada competencia o parte de esta, mediante el análisis de EVIDENCIAS a partir de indicadores de desempeño y sus correspondientes niveles de logro.

2.       Ventajas
-      Posibilitan criterios para determinar el grado de competencia de los estudiantes en áreas complejas, diversas e imprecisas.
-  Los criterios permiten evaluar de forma sistemática el desempeño de los estudiantes con objetividad.
-    Las rúbricas permiten que los estudiantes comprendan de forma clara lo que se espera en torno a su aprendizaje y desempeño, antes de llevar a cabo la evaluación.
-    Las rúbricas facilitan que los estudiantes revisen las evidencias de aprendizaje antes de entregarlas al docente.
-     Las rúbricas favorecen la autovaloración y covaloración, ya que brindan criterios claros de los diferentes grados de calidad del desempeño y ayuda a manejar la subjetividad.
-  Las rúbricas permiten determinar en detalle los aspectos en los cuales los estudiantes tienen logros significativos y también los aspectos concretos en los cuales debe mejorar.


3.       Metodología
1.   Determinar cuál aspecto se va a evaluar de una competencia; de esta manera hay que determinar si se va a evaluar una competencia global, una competencia concreta (unidad de competencia), un elemento de competencia o una dimensión  competencial (cognoscitiva, afecto – motivacional o actuacional) 

2.  Construir los criterios de desempeño que den cuenta de la tenencia de la competencia o de una parte de esta con el suficiente grado de idoneidad.

3.  Determinar los niveles de logro (niveles de ejecución) en cada criterio de desempeño con el fin de tener descriptores para establecer la calidad con la cual se posee tal criterio de desempeño. Los niveles de logro pueden plantearse de forma muy detallada (por ejemplo cinco o más de cinco) o de forma resumida y global (de tres o cuatro). En general los niveles de logro van de un desempeño con bajo grado de calidad a un desempeño de alto grado de calidad.


Calificación o Nivel
Descripción
5. Excelente (Destacado) (A)
        Nivel excepcional de desempeño, excediendo todo lo esperado.
       Propone o desarrolla nuevas acciones.
        Demuestra total comprensión del problema.
        Todos los requerimientos de la tarea están incluidos en la respuesta.
4. Buena
(Satisfactoria) (B)
        Nivel de desempeño que supera lo esperado. Mínimo nivel de error, altamente recomendable.
        Demuestra considerable comprensión del problema.
        Casi todos los requerimientos de la tarea están incluidos en la respuesta.
3. Regular (Moderadamente satisfactoria) (C)
        Nivel de desempeño estándar. Los errores no constituyen amenaza.
        Demuestra comprensión parcial del problema.
        La mayor cantidad de requerimientos de la tarea están comprendidos en la respuesta.
2. Deficiente (D)
        Nivel de desempeño por debajo de lo esperado. Presenta frecuencia de errores.
        Demuestra poca comprensión del problema.
        Muchos de los requerimientos de la tarea faltan en la respuesta.
1. No aceptable (Rechazado) (E)
        No satisface prácticamente nada de los requerimientos de desempeño.
        No comprende el problema.
        No aplica los requerimientos para la tarea.
0. Nulo
        No responde. No intentó hacer la tarea.



4.  Construir la matriz, para ello se elabora una tabla para organizar  de forma vertical los criterios  de desempeño o aspectos; y  los niveles de logro o desempeño,  de forma horizontal. En las celdas centrales se describe de forma más clara y concisa los descriptores que se van a utilizar para evaluar esos aspectos.




5.  Asignar puntuaciones, de acuerdo a porcentajes, a los diferentes niveles de logro de acuerdo con su importancia para el establecimiento del grado de desarrollo de la competencia (de preferencia en  rúbricas analíticas). Este paso tiene que ver con la determinación del peso porcentual para cada criterio, así como la escala usada para los descriptores establecidos. Los criterios o aspectos tienen su propio porcentaje: para dar un total de 100%, mientras que cada uno de los descriptores cuenta con su propio valor.







6.       Establecer los niveles de desarrollo de la competencia o de una de sus partes, a partir de los puntos obtenidos. Estos niveles pueden ser los mismos de los niveles de logro de la matriz o ser más detallados.

7.  Revisar la matriz de manera cooperativa con otros docentes, discutiendo las aspectos que aún no estén claros, finalmente se aprueba y se da la validez para luego aplicarse.


4.       Tipos de rúbricas
4.1. Rúbricas comprehensivas
Se componen de un solo indicador de desempeño y varios niveles de logro (cuatro o más) y con ellos se pretende evaluar de forma general un determinado tipo de desempeño, sin tener en cuenta las partes que lo componen. El interés se centra en el producto total y no importan pequeños errores en el proceso, pues lo esencial es el el resultado concreto.

Ventajas de las rúbricas comprehensivas
-          Son fáciles de realizar, pues tienen pocos indicadores de desempeño.
-          Se aplican con rapidez y agilidad, facilitando una oportuna evaluación del desempeño.
-          Permiten determinar con claridad el nivel de desempeño del estudiante de una forma general, cuando no es necesario entrar en detalles específicos.
-          Posibilitan una estimación rápida del nivel de desarrollo del aprendizaje.
-          Son útiles en las competencias globales para tener una comprensión general de los niveles de desarrollo de tales competencias.



4.2. Rúbricas analíticas
Este tipo de rúbricas evalúa cada una de las partes que componen un determinado desempeño, y no la totalidad de este. Este tipo de matriz, primero evalúa por separado las diferentes partes del  desempeño y luego se suma el puntaje de estas para obtener una calificación total. Esto implica una evaluación más analítica, paso por paso, para determinar con precisión el grado en el cual se desempeña  el estudiante.
Ventajas de las rúbricas analíticas.
-  Brindan información detallada del desempeño del estudiante en una determinada competencia o parte de esta.
-      Permiten determinar los logros y los aspectos a mejorar en el desempeño de forma pormenorizada.
-       Facilitan planear y ajustar con precisión las estrategias didácticas de acuerdo con el proceso de aprendizaje de cada estudiante.
-    Permiten ciertos errores y diferentes posibilidades de tener un nivel aceptable – convalidable de desempeño, lo cual no ocurre con las matrices comprehensivas.




C. LAS PRUEBAS SITUACIONALES

Una prueba situacional consiste en plantear una situación relacionada con las tareas específicas de un perfil profesional y tiene por objetivo observar cómo se desenvuelve cada participante en ella.

Siguiendo a Le Boterf (1991), se pueden definir las pruebas situacionales como el conjunto de técnicas y ejercicios que permiten simular, total o parcialmente, una situación en la que los sujetos tienen que poner de manifiesto las competencias que exige el desempeño eficaz, eficiente y seguro de una actividad laboral concreta.[1]
 La situación es una actividad basada en las competencias de una actividad laboral concreta de modo que la persona evaluada puede mostrar sus habilidades en el desempeño de las tareas propuestas.

La aplicación de pruebas situacionales es un recursos muy útil para evaluar el aprendizaje. La finalidad de este tipo de pruebas es medir el grado en que los estudiantes con capaces de poner en práctica los conocimientos, las habilidades y las actitudes trabajadas durante el periodo formativo. Para ello, se plantea una situación que simula las condiciones y requisitos de una actividad laboral real.

Su diseño y puesta en práctica es un poco complejo. Sin embargo, este tipo de pruebas, aportan mucha información sobre el desempeño profesional de una persona que no es posible obtener de otra forma.

Son útiles para evaluar a la vez a grupos e individuos. No obstante, para que resulten eficaces se deben ajustar, lo más posible, a la realidad laboral. Las pruebas situacionales presentan las siguientes ventajas:
  • -     Semejanza con las tareas reales de un perfil profesional, por tanto, permiten hacer estimaciones sobre la transferencia de los aprendizajes al puesto de trabajo.
  • -          Evalúan varias competencias a la vez.
  • -          Se pueden realizar de manera individual como grupal.
  • -          Favorecen la implicación y colaboración de los participantes.


Para que una prueba situacional proporcione información objetiva debe cumplir los siguientes criterios:

-  Objetividad: se refiere a que la aplicación e interpretación de la prueba debe ser independiente del juicio subjetivo del evaluador. La objetividad de una prueba está directamente relacionada con su contenido. Además, deben dejarse bien claras las instrucciones respecto a lo que el estudiante debe  hacer y cómo debe hacerlo.

-      Fiabilidad: se refiere a la estabilidad de los resultados cuando se aplica la misma prueba a los mismos estudiantes, en condiciones similares mediante el empleo de los mismos criterios de valoración.

-     Validez: se refiere al grado en que una prueba mide lo que realmente quiere medir, de modo que si se elabora una prueba para identificar las habilidades de un aprendiz en relación a un objetivo determinado, debe existir una relación significativa entre los resultados y su desempeño en el trabajo real.

Tipos de pruebas situacionales
Los principales tipos de pruebas situacionales son: ejercicios de ejecución laboral, estudio de casos, “in basket” y juego de roles.

Ejercicios de ejecución laboral: consiste en la realización de una tarea laboral concreta de principio a fin. El diseño de la prueba debe basarse en las condiciones reales de trabajo: materiales, espacios, procedimientos, técnicas, etc. La evaluación se realiza utilizando listas de control y hojas de observación.

Estudio de casos: se planeta por escrito una situación basada en el perfil profesional. En la descripción de la situación se incluyen gran cantidad de datos y detalles para que los participantes analicen el problema planteado y propongan una solución. Al final de la prueba se presenta la solución y se explica cómo se ha llegado a ella. El estudio de casos es adecuado para evaluar competencias de análisis, organización, planificación, toma de decisiones, solución de problemas y conocimientos técnicos.

Bandeja de entrada o “in básket”: consiste en gestionar una serie de documentos (informes, notas, gráficos, cartas, correos electrónicos, memorias, proyectos, etc) típicos de un perfil profesional. El participante debe evaluar el contenido de los distintos tipos de documentos y tomar decisiones sobre las acciones que debe realizar para darles salida en un tiempo fijado.
Es adecuada para evaluar competencias de planificación, organización y toma de decisiones; así como también habilidades y conocimiento en procesos y manejo de documentación profesional. En el proceso de calificación debe utilizarse matrices de valoración.

Se  puede simular una situación laboral colocando al estudiante en una mesa similar a la que ocuparía en su puesto de trabajo, en la cual hay documentos, una agenda con actividades programadas, un teléfono y un ordenador a los que llegan diversos mensajes solicitando su respuesta.

Juego de roles: consiste en representar una situación típica del perfil profesional de modo que los participantes deben actuar como lo harían en la realidad. Se parte de la descripción de una situación (un conflicto con un miembro del equipo) a partir de la cual los estudiantes deben tomar una serie de decisiones cobre cómo actuar para afrontarla adecuadamente.

PROCESO GENERAL DE LA EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS EN EDUCACIÓN SUPERIOR


El proceso de evaluación de competencias en educación superior se compone de cuatro ejes interrelacionados entre sí, dependiendo cada eje de los demás para tener sentido. Los cuatro ejes del proceso evaluativo son los siguientes: evaluación diagnóstica, evaluación formativa, evaluación de promoción y evaluación de certificación.

1.       Evaluación diagnóstica
Es la que se hace al inicio de todo curso con la finalidad de determinar cómo vienen los estudiantes, cuáles son sus aprendizajes previos, cómo están con respecto al logro de aprendizaje y la competencia o competencias que  se pretende desarrollar en un determinado curso. Este conocimiento es esencial para articular las estrategias didácticas y actividades acorde con las características de los estudiantes. La evaluación diagnóstica se realiza teniendo en cuenta indicadores de desempeño, niveles de logro para las competencias, estrategias e instrumentos de evaluación. Posibilita información tanto cualitativa como cuantitativa (basada en criterios)

2.       Evaluación formativa
Tiene como meta esencial brindar retroalimentación a los estudiantes y docentes en torno a cómo están desarrollando las competencias en un determinado curso, mediante la auto, co y heteroevaluación con el apoyo de unos determinados criterios. Se analizan los progresos de los estudiantes en la formación de las competencias teniendo como base en punto de partida, del mismo modo, es necesaria la evaluación continua porque permite a  los docentes mejorar constantemente su acción didáctica. De otro lado, la evaluación continua busca averiguar las causas por las que se han producido determinados resultados para poder arbitrar las posibles soluciones que permitan el desarrollo adecuado del proceso de enseñanza y aprendizaje. (Tobón R. C., 2006)

3.       Evaluación de promoción (sumativa)
La evaluación de promoción es aquella que se lleva a cabo al finalizar el estudio de un curso y consiste en un proceso que lleva a cabo el docente por medio del cual establece el grado de desarrollo de la competencia o competencias en los estudiantes, con base en unos indicadores previamente definidos, con el fin de determinar si pueden ser promocionados o no a otro curso o ciclo en los cuales es estrictamente necesario poseer tales competencias. Esto implica que al finalizar el curso, el docente debe aplicar una rúbrica para evaluar el logro previsto en el curso y las competencias específicas de la formación profesional (carrera) que se relacionan según la matriz establecida en la Carpeta Curricular.

Cuando un estudiante no adquiere los logros esperados acorde con tales indicadores, se debe brindar actividades de refuerzo o nuevas oportunidades para adquirir y demostrar los logros en los cuales presenta dificultades. Cuando los aspectos a mejorar son muchos y el grado de desarrollo de desarrollo de la competencia es muy bajo, entonces los más recomendable es que el estudiante realice de nuevo el curso.

Para realizar la evaluación de promoción se tiene en cuenta las siguientes recomendaciones.
-  La evaluación de promoción la realiza el docente  a través de  la implementación de diversas estrategias.
-      Tener presente las evidencias del aprendizaje aportadas por los estudiantes a lo largo del curso en cada una de las unidades de aprendizaje y la evidencia final que se precisa en la acción resultado del logro del curso.
-    Tener presente las tres dimensiones de toda competencia en el proceso de evaluación: dimensión cognoscitiva, dimensión actuacional y la dimensión actitudinal.
-       La evaluación de promoción debe valorar el final del proceso de aprendizaje en un curso el grado de consecución de los logros de cada una de las unidades de aprendizaje.

4.       Evaluación de certificación
La certificación consiste en una serie de pruebas que se le hacen a los estudiantes o egresados con el fin de determinar si poseen las competencias en una determinada área acorde a criterios públicos de alto  grado de idoneidad. Hay  dos tipos de certificaciones:
-  De la institución educativa que determina si los estudiantes poseen las competencias en el nivel esperado al finalizar la carrera profesional.

-     De organizaciones profesionales, que buscan certificar como tal las competencias mediante  análisis independientes y objetivos. (Tobón R. C., 2006)

CONSTRUCCIÓN DE EVIDENCIAS PARA EVALUAR LAS COMPETENCIAS

El proceso de evaluación por competencias se basa en evidencias; es decir en pruebas que deben ir aportando los estudiantes durante su proceso de formación con el fin de demostrar el desarrollo de las competencias y sus correspondientes niveles.

El valor de las evidencias:
  • -          Son pruebas que presentan los estudiantes para demostrar sus competencias
  • -          Permiten valorar los criterios
  • -          Permiten organizar el proceso de aprendizaje
  • -          Dan claridad a los estudiantes frente a cómo deben demostrar su aprendizaje
  • -          Permiten documentar el aprendizaje de los estudiantes a través de un portafolios

Las evidencias se relacionan con las tres dimensiones de una competencia; de esta forma tenemos evidencias de saber, evidencias de  actitud y evidencias de producto

1.       Evidencias de saber
Son pruebas que buscan determinar dos aspectos: la forma como interpreta, argumenta y propone frente a determinados  problemas; y, el conocimiento y comprensión de conceptos teorías, procedimientos y técnicas. Los  procesos cognoscitivos de interpretación, argumentación y proposición se evalúan  con base a textos escritos, cuestionarios con preguntas abiertas y análisis de casos; por su parte los conceptos, teorías y comprensión de diferentes temas pueden evaluarse mediante mapas conceptuales, mapas mentales, V heurística, preguntas abiertas y cerradas.

2.       Evidencias de actitud
Son pruebas de la presencia o implicación de unas determinadas actitudes que se expresan como predisposición del estudiante frente a un determinado aprendizaje. Estas pruebas pueden ser indirectas, porque con frecuencia las evidencias de producto o del hacer dan cuenta de forma implícita de las actitudes de base.

3.       Evidencias del hacer
Son pruebas de la manera como el estudiante ejecuta determinados procedimientos y técnicas para realizar una actividad o tarea. Se evalúan mediante la observación sistemática basada en indicadores de desempeño. Todo registro riguroso de la forma como el estudiante lleva a cabo una actividad es una evidencia del hacer.

4.       Evidencias de producto
Son pruebas en las cuales se presentan productos específicos que dan cuenta de las finalidades de la competencia de referencia, dentro de un marco de significación profesional. Este tipo de evidencias requiere conocer muy bien el campo de acción de cada profesión y en especial de cada competencia, junto con los requerimientos de calidad establecidos en el entorno profesional  para los productos. (Tobón R. C., 2006)


Las evidencias que son útiles en la evaluación de competencias, sean del tipo que sean, solo son adecuadas si están relacionadas directamente con la competencia que evalúan, si permite observar el desempeño del estudiante, si es posible documentarlas para que pasen a ser parte del portafolio y si son de utilidad para el estudiante para demostrar los conocimientos y habilidades adquiridos (Flórez, 2012)

Requisitos de una evidencia
·      Pertinencia. Una evidencia es pertinente cuando sirve para inferir directamente el estado de la competencia de una persona, con una referencia específica al algún criterio de desempeño asociado.
·           Veracidad. Una evidencia es veraz cuando se tiene la certeza de que ha sido generada por la persona evaluada, o que corresponde a quien la emite. La evidencia con mayor veracidad es cuando el evaluador observa directamente a la persona ejecutando la tarea y la califica. Pueden existir otras evidencias que tienen alta veracidad como el registro por algún medio audiovisual (videos).
·           Vigencia. La evidencia de ser relativamente reciente, de forma que pueda dar cuenta de que la persona posee la competencia actualmente.